La lectura nos permite llegar a cualquier lugar y sentir todo tipo de emociones.
Feggy Ostrosky-Solís estudia la relación entre el cerebro y la conducta humana y en sus publicaciones apunta:
"Los cerebros lectores entienden de otra manera el lenguaje, procesan de manera diferente las señales visuales; incluso razonan y forman los recuerdos de otra manera".
En 2009, la revista Psychological Science publicó un estudio sobre ¿qué pasa exactamente, en tiempo real, en el cerebro de una persona que lee y entiende lo que lee, a diferencia de una persona que simplemente mira las imágenes en una pantalla o escucha las palabras de un cuentista?, cuya principal investigadora fue Nicole Speer.
"Los lectores simulan mentalmente cada nueva situación que se encuentran en una narración. Los detalles de las acciones y sensaciones registrados en el texto se integran en el conocimiento personal de las experiencias pasadas. Las regiones del cerebro que se activan a menudo son similares a las que se activan cuando la gente realiza, imagina u observa actividades similares en el mundo real."
El estado natural del cerebro humano, tiende a la distracción. Basta con que aparezca cualquier estímulo interesante, y nuestro cerebro siente interés por él, olvidándose de lo que estaba haciendo. Sin embargo, leer un libro requiere de una capacidad de concentración intensa durante un largo periodo de tiempo.
Esta tendencia a distraernos con nuevos estímulos, según la psicología evolutiva, tiene mucho sentido. Nuestros ancestros debían tener cerebros hambrientos de novedades y dispuestos a captar cualquier irregularidad.
Todos los que en el pasado tenían cerebros predispuestos para la concentración se extinguieron. Nosotros somos descendientes de no lectores. Tal y como señala Nicholas Carr:
"Leer un libro significa practicar un proceso antinatural de pensamiento que exige atención sostenida, ininterrumpida, a un solo objeto estático"
Los libros son una tecnología capaz de moldear nuestro cerebro activando procesos neuronales en nuestra mente. Son una tecnología diferente a Internet, la telvisión o el teléfono móvil, así que vale la pena que no la perdamos.